Audífonos
Según el tipo de pérdida tendremos en cuenta la necesidad de emplear uno u otro tipos de audífonos.
Sin pérdida, catarro, moco ocasional, tapón de cera:
Estos tipos de pérdida no serían susceptibles de adaptación.
Caída en agudos:
Para las pérdidas de sonidos agudos, pero en las que los sonidos graves se mantienen dentro o muy cerca de la audición correcta (0-30 dB), el audífono adecuado es el tipo
Open-Fit, ya que es el único que aplica amplificación solo en las frecuencias agudas
Pérdida moderada (40-70):
Con pérdidas de entre 40 y 70 dB, tenemos la opción de adaptar 3 tipos de audífonos: retroauricular BTE, intrauricular, o con auricular en canal (RIC). Dependerá
de la preferencia del cliente o de características concretas como problemas de supuración (sólo se recomienda retroauricular), estética (ric o intra, según
preferencia), etc.
Pérdida severa-profunda (70-120):
Si la pérdida es mayor de 70 dB, ya no se podría adaptar un audífono en canal, ya que la potencia no sería suficiente. En estos casos, necesitaríamos un audífono BTE o RIC.
Tipos de pilas
Según el tamaño y tipo de audífono necesitaremos una pila de distinto tamaño. Su audioprotesista le indicará el tipo y el color al entregarle su audífono y el tiempo estimado de duración de las mismas.
Sistemas de limpieza
Para facilitar la limpieza de los audífonos, y debido a que son aparatos electrónicos muy sensibles a la humedad, se puede adquirir un equipo de limpieza para asegurar el correcto funcionamiento de su audífono.
Moldes
Para facilitar introducción del audífono retroauricular en el oído, puede hacerse una pieza a medida, que requiere realizar una impresión previamente.
Las impresiones también son necesarias para tapones para el agua a medida y tapones antiruido.
Ayudas auditivas
Además de los audífonos, podemos utilizar otros aparatos electrónicos para ayudarnos con la pérdida auditiva. Teléfonos móviles y fijos con mayor sonoridad, mandos a distancia para regular los audífonos, despertadores con variedad de tonos, etc.